María Lionza: Diosa Protectora de las Aguas y Cosechas
Por: Lic. Lisbeth Linares (Venezuela)
Existe en Venezuela un particular Mito referente a una Diosa Protectora de la naturaleza y las especies. Constituyéndose unos de los pocos mitos antropológicos sobre defensa ecológica y protección de la vida silvestre. Además de tener miles de seguidores que desfilan cada día hacia la montaña de Sorte en el Estado Yaracuy, específicamente en Chivacoa, a rendirle culto a la Reina María Lionza para que se hagan realidad los deseos.
Según la leyenda, Maria Lionza, fue una doncella Nívar, hija encantada de un poderoso cacique de Nirgua. El Chamán de la aldea había predicho que cuando naciera una niña de ojos extraños, ojos color verde agua, había que sacrificarla y ofrendarla al Dueño de Agua, al Gran Anaconda porque si no vendría la ruina perpetúa y la extinción de los Nívar. Pero su padre fue incapaz de hacerlo. Y escondió a la niña en una cueva de la montaña, internándola en lo más profundo, los animales se encantaron de ver tan hermosa criatura, fue alimentada y cuidada por una Danta, Ella nunca había visto su reflejo en el agua. Pero un día la bella joven salio de la cueva y camino hasta el lago, descubriendo su propio reflejo en el agua. Ella estaba encantada con su visión. Así despertó al Dueño de Agua al Gran Anaconda, quien emergió de las profundidades, enamorándose de ella y atrayéndola hacia sí. En el lago Maria Lionza y la poderosa serpiente celebraron una comunión espiritual y mística. cuando su padre descubrió la unión, intento separarlos. Entonces la Anaconda creció se hizo enorme y estallo provocando una gran inundación que arrasó con la aldea y su gente. Desde ese día Maria Lionza se volvió la Diosa protectora y dueña de las lagunas, ríos y cascadas, madre protectora de la naturaleza, animales silvestres y reina del amor.
La influencia del imaginario colectivo venezolano forma a través de personajes cuasi reales el motivo de la integración espiritual y epidérmico del ser nacional. Puesto que María Lionsa acompañada del Negro Felipe y El cacique Guaicaipuro forman las tres potencias. María Lionza es el centro de la trilogía de máxima jerarquía en las cortes espirituales venezolanas.
Por último, en tiempos de turbulencias que vive el país, pedir ayuda espiritual para cambiar la suerte se convierte en una voluntad general con más solicitudes, a pesar, de tener convicciones cristianas que se enfrentan a estas creencias; pero la costumbre o more tradicional muchas veces se impone para cambiar el destino.