Políticas Publicas y Demanda Insatisfecha Popular

Por: Eco. Carlos Farje

A vísperas de llegar el 2020 podemos decir que Perú desde sus cuentas macroeconómicas ha crecido en los últimos veinte y cinco años. La política neoliberal ha tenido éxito en el aspecto económico, aunque hay sociólogos, comunicólogos y otros que ven debilidades en la distribución de la riqueza, además de la perniciosa corrupción de los primeros mandatarios del periodo mencionado.

La cantidad de dinero saqueada al Estado habría permitido construir muchas obras necesarias para la población económicamente menos favorecida. a esto se agrega el mínimo espíritu de impulsar la industrialización innovadora bajo un modelo diferente a los esquemas propuestos en el fenecido siglo veinte.

La demanda de colegios públicos con las condiciones ideales para formar a las nuevas generaciones es un clamor popular. El déficit de la mejora de la infraestructura educativa, salud, vivienda, saneamiento viene de varios lustros atrás. Las responsabilidades de los ex mandatarios son inocultables al día de hoy. De nada sirve políticas públicas en papeles elegantes y con proyecciones rimbombantes; si se carece de presupuesto para financiarlos. O por la actitud de los pillos de siempre que crean condiciones para formar redes de subcontrataciones cómplices y fraudulentas con el fin de obstaculizar metas de justicia social y burlar la sanción penal de la Controlaría de la Republica y las autoridades judiciales.

De esta manera, urge poner a funcionar acciones fácticas rápidas e idóneas, para avanzar; no solo en el Producto Bruto Interno (PBI); además de reducir los índices de desarrollo humano (DHI) concernientes a la pobreza y extrema pobreza. Para eso se debe alentar el sostenimiento de proyectos distritales, regionales donde se una la fuerza del pueblo bajo premisas del viejo modelo Ayni, en combinación con la gestión posmoderna empresarial, además de supervisar los flujos económicos de los gobiernos regionales para ir transformando la riqueza y elevar la autoestima de miles de ciudadanos de provincias con la alternativa mixta de autogestión.
Asimismo, Gaglia (2012) afirma que: Las políticas públicas son los proyectos/actividades que un Estado diseña y gestiona a través de un gobierno y una administración pública con fines de satisfacer las necesidades de una sociedad. También se puede entender como las acciones, medidas regulatorias, leyes, y prioridades de gasto sobre un tema, promulgadas por una entidad gubernamental.
Ante esta explicación, no hay duda de la necesidad de realizar políticas públicas de desarrollo focalizado que pueden ser parte de los objetivos y acciones de una política pública general sectorial, tal como lo hace en los programas sociales el Ministerio de la Mujer y de Poblaciones Vulnerables. Lamentablemente, se tiene que acelerar las acciones para que el transatlántico del Estado peruano agilice sus movimientos. Se debe superar los temores de funcionarios pusilánimes y perseguir a los inescrupulosos deseosos de hacer lobbies antes que defender el crecimiento del país.
Concretamente, debemos aprovechar las experiencias de logros obtenidos del exterior y en menor medida de los casos eficaces de nuestra realidad. El reto es grande, pero el optimismo de las provincias es permanente y sólido, con más tecnología podemos fiscalizar cada vez mejor a los candidatos a corruptos, y, así calendarizar las obras con apoyo de comités vecinales para frenar a las tentaciones de funcionarios débiles por el fácil dinero sucio.

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